Hoy os queremos contar la interesante historia del mito del cine, Marlon Brnado. Nacido en Nebraska el 3 de abril de 1924, se convirtió en uno de los actores más reconocidos del momento y en uno de los más recordados después de su muerte, en el año 2004. Protagonizó numerosas películas, pero algunas de las más famosas son Un tranvía llamado deseo (1951) o El padrino (1972). Fue galardonado en muchas ocasiones por su magnífico trabajo, se llevó, entre otros, dos premios Oscar y dos Globos de Oro.
Hijo del productor Marlon Brando, Sr y de la actriz Dorothy Pennebaker, se crió en Omaha y desde muy pequeño ya supo que quería ser actor. Se marchó a estudiar Interpretación a la escuela The New School de Nueva York, posteriormente estudió en Actor’s Studio.
Una vez finalizó los estudios, comenzó a trabajar en teatros de la zona hasta que, en 1944, consiguió un papel importante en Broadway en I remember Mamma. Unos años más tarde, cuando ya tenía más experiencia y soltura en los escenarios, cautivó a los críticos con su actuación en Truckline Cafe. Poco después de las asombrosas críticas hacia él, interpretó la obra Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams. Con esta obra de teatro y su actuación, consiguió que todo el mundo hablara de él. El éxito fue tan exagerado, que llevó a hacer la versión cinematográfica de la obra, y Brando la supo trasladar del escenario a la pantalla con creces.
Con esta obra de teatro que, posteriormente pasó a la gran pantalla, el actor adquirió fama y renombre, era aclamado por la sociedad de entonces. Pero no adquirió únicamente esto, sino que se convirtió en un mito, un icono que sirvió de guía para muchos otros actores, que lo copiaron para llegar a ser como él.
Protagonizó películas como ¡Salvaje! de Lázló Benedek en 1954, Piel de serpiente en el 1959, de Sidney Lumet o El baile de los malditos, del año 1958, esta última le permitió mostrar su versatilidad tras las cámaras y de mostrar su faceta de interpretación más humana.
Marlon Brando fue el mejor actor de su época para muchos, tuvo infinidad de ofertas que rechazó ya que estaba trabajando en otros papeles, todo el mundo quería trabajar con el actor de moda de entonces. Su fama subía como la espuma, desde principios de los años 50 hasta finales de los 60 estuvo en la cumbre, en lo más alto.
A parte de actor de teatro y cine, fue director en una ocasión en el caso de El rostro impenetrable (1961), western que marcó las pautas que, a día de hoy se siguen y se rigen en el género, pero que entonces no fue valorado.
Diez años más tarde, en el año 1972, actuó en la película El padrino, filme que le hizo ganar su segundo Oscar a Mejor Actor.
Desde ese año su economía empeoró por sus inversiones en Tahití y por su historial amoroso. Comenzó su declive económico y personal. en el 90 pasó un mal momento debido a que el novio de una de sus hijas fue asesinado en la residencia familiar de Mulholland Drive y esto generó una gran polémica entorno al actor y sus familiares, además se acusó de este hecho a su hijo mayor, Christian. Cumplió seis años de cárcel y su hija se suicidó cinco años después.
Algunos dicen que los últimos años en vida de Brando los pasó como un indigente y tuvo que vender sus posesiones para poder vivir. Finalmente falleció el 1 de julio del 2004 en Los Ángeles, a consecuencia de una fibrosis pulmonar.
